Reseña Portada



Índice de esta sección

Algarrobico y Macenas, símbolos del urbanismo menos querido


  

Antonio Fernández


Acantilados, una mirada hacia otro lado


  

Francisco Granados


POTA, guerra entre normas y grúas


  

Covadonga Porrúa Rosa


Eje transversal


  

Antonio Lao


Spanair, viaje con nosotros


  

Fernando Cuadrado


Órdago a grandes


  

Javier Martínez


Una nueva forma de comercio


  

Mari Carmen Cerezuela


La hipótesis de la no casualidad


  

Armando García


El campo que viene


  

Antonio Hermosa


El valor añadido más importante


  

Javier Martínez


La alternativa más exótica


  

Miriam Buil


Cajamar. Vía libre al futuro


  

Antonio Fernández


El timo de las estampitas


  

Blanca Aneas


Almerienses y triunfadores


  

Manuel León


Codo con codo


  

Iván Gómez


Perfil de Juan del Águila


  

Manuel Gutiérrez Navas




Artículos de este autor

Lo que el ladrillo se llevó


2009 | Urbanismo y medio ambiente



La presión urbanística transforma el paisaje del Levante


2008 | Crítica y Opinión



Almerienses y triunfadores


2007 | Economía



Almerienses y triunfadores


 

Tierra de emigrantes por necesidad, Almería se hinchó en el siglo XIX y XX de exportar mano de obra barata a otros países y regiones. Pero también transmitió know how y capacidad emprendedora a regiones de Argentina, Alemania o Reino Unido. Y no son pocos los comercios bonaerenses regentados por gallegos almerienses o los restaurantes andaluces en el Reino Unido o mecánicos de la provincia en Alemania. Un mojaquero, Pascual Artero, llegó a ser virrey de un archipiélago del lejano oriente, la Isla de Guam (de eso hay constancia escrita y visual). En las últimas décadas, Almería ha seguido exportando talento: un ramillete de cabezas privilegiadas que han creado empresas de la nada o las han dirigido con dotes magistrales. Afortunadamente, cada vez más ha ido desapareciendo esa sangría de emprendedores que marchaban de Almería, primero en barcos de vapor a hacer las Américas y después en trenes de postguerra, a dejar el valor añadido de su talento en otras economías forasteras. Afortunadamente, se ha dado un giro de tuerca y son ahora los empresarios almerienses, con su capacidad de gestión, los que proporcionan trabajo a miles de trabajadores latinoamericanios, magrebíes y europeos del Este. 

Ahora que soplan vientos más acomodaticios, que la provincia ha alcanzado la renta media española, que estamos al 75% de la europea, sería bueno no olvidar cómo se ha forjado la capacidad emprendedora almeriense. Que las nuevas generaciones sigan dando la batalla de las ideas y del conocimiento en el nuevo mercado global en el que se ha convertido el mundo. Sirvan como ejemplos de emprendedores almerienses contemporáneos, triunfadores en otras tierras, la siguiente nómina: no están todos los que son, pero si son todos los que están.

El becario de Telefónica. Ingeniero de telecomunicaciones, el almeriense Antonio Cantón es experto en asumir retos. Y con esa cualidad se lo han ido disputando las principales compañías de telefonía del país. Tras salir de su Almería natal ingresó como becario en Telefónica, donde asumió pronto tareas de dirección. Saltó al estrellato con el anuncio de  Jazztel en televisión: el joven aprendiz desafiando al gigante telefónico de la Gran Vía madrileña. Tras levantar Jazztel pasó por Telecom Italia, Retevisión y Xfera, en la que ha asumido la gerencia hasta hace unos meses, un proyecto que inició el constructor Florentino Pérez, que se ha convertido ahora en Yoigo, con capital nórdico y que cuenta con unas posibilidades inimaginables para la telefonía del futuro. Cantón no ha olvidado Almería, acude con regularidad a visitar a la familia y amigos, entre los que se encuentra el director de la Escuela de Artes, Juan Ramón Muley y el director del Hotel Catedral, Lázaro López, del que es socio en este establecimiento abierto en el casco antiguo de la ciudad. Aquí está ahora su casa. Casado y con  un hijo, su pasión es el cultivo de naranjas. Ha fichado por el equipo de José Antonio Amate para las próximas elecciones municipales en la capital almeriense.

El ingeniero de la multinacional canadiense. José Caparrós Pérez salió pronto de Antas, su pueblo natal, para estudiar ingeniería y labrarse un porvenir. A la vuelta de cuarenta años, aquel adolescente antuso  se ha convertido en uno de los principales ejecutivos mundiales del sector del ferrocarril. Es el presidente de la compañía canadiense Bombardier, que en alianza con Talgo, fabrica los trenes AVE españoles, que circulan entre Madrid-Barcelona. Es también la proveedora de aviones de largo radio a Air Nostrum. Caparrós es también consejero de la central de reservas Amadeus y perteneció al consejo del BBVA. Suele pasar las vacaciones jugando al golf en Marina de la Torre, entre Mojácar y Garrucha.

El leñador de Doña María. Los primeros recuerdos de Manuel Lao, el magnate almeriense de las tragaperras, son los de su padre Cándido cortando leña en Doña María (Las Tres Villas). Emigró siendo un niño a Cataluña y allí, con una formación autodidacta, ha levantado el imperio Cirsa, la mayor multinacional del juego del mundo, con presencia en 16 países y casi 2.000 millones de euros de ingresos anuales. La corporación cuenta con 16.000 empleados y 200 empresas. El almeriense ocupa el puesto número 40 en el ránking de las mayores fortunas españolas, según la revista Actualidad Económica. Cuenta con varios yates y una flota de nueve aviones. Cirsa tuvo intereses inmobiliarios en la costa de Roquetas y ahora, Lao, no descarta abrir un casino en Almería.  Es un fijo en las fiestas de Santa Teresa de su pueblo natal y lo han nombrado hijo adoptivo. La pasada Navidad tuvo un encontronazo con la Justicia, en el aeropuerto de Buenos Aires, al ser sorprendido con 500.000 euros camufaldos entre cajas de jamón serrano. Alegó que eran regalos para sus empleados y que el dinero estaba declarado. Fue puesto en libertad sin cargos tras pagar una sanción. 

El economista del sol naciente. Pedro Navarrete es un albojense que se ha convertido en una pieza clave de la multinacional japonesa Sony en España. Desde su despacho de Sony España, en Barcelona, dirige una plantilla de 2.500 empleados, en un sector muy competitivo y en constante ebullición. Estudió económicas en Málaga y tras pasar por Jhonson&Jhonson, el fabricante americano de champús, se ha afianzado en el sector de las nuevas tecnologías. Su poder de decisión en Sony le ha permitido traer el pasado año hasta Almería la convención nacional de distribuidores de la firma nipona. Reconoce que, desde fuera, Almería se ve con mucha nostalgia, “pero a veces no nos damos cuenta de lo mucho que ha cambiado la provincia, el progreso económico y en servicios ha sido impresionante. En Almería ya está todo inventado”. Asegura Navarrete que nunca ha tenido sensación de excluido en Cataluña por el hecho de no ser catalán. “En Barcelona, una cosa son los políticos que están haciendo su propia realidad, ellos tienen su mundo, que no conecta con el de la gente de la calle. Sobre el nacionalismo catalán y el debate del Estatuto, yo siempre pienso como Pío Baroja, que el nacionalismo se cura viajando, y en eso yo soy catedrático emérito, a veces tengo la sensación de que mi vida es una maleta”.

El rey de Baleares en horas bajas. Desde Baleares y a la chita callando, José Luis Carrillo Benítez, natural de Huércal-Overa, está construyendo un emporio turístico cien por cien nacional que no tiene nada que envidiar a otros como Marsans o Globalia. El almeriense es dueño de la compañía Air Madrid y acaba de adquirir diez hoteles por 130 millones de euros en las Islas. Este hijo de la emigración cuenta ya con 47 hoteles y varias compañías mayoristas y de touroperadores a través de su holding Optursa. Salió con su familia muy joven de Huércal-Overa. Su padre se ganaba la vida con una empresa de la construcción y arrastró a la familia hasta Lérida y después hasta Burgos. Carrillo, sin embargo, ha atravesado un amargo calvario con la crisis de Air Madrid, que estalló la pasada Navidad. Cuando adquirió la aerolínea, se planteó como principal objetivo sanear sus cuentas y realizó una ampliación de capital de 24 millones para abrir rutas a México y Argentina, pero las previsiones no salieron bien y está penando a través de un pleito que se antoja largo, tras dar en suspensión de pagos. Un lunar, grande y negro sí, pero que no empeña del todo su hasta ahora excepcional trayectoria como empresario turístico.

El duro negociador de Iberia. Angel Mullor, oriundo de Enix, ha adoptado hace unos meses la decisión más difícil de su vida: abandonar la dirección de Iberia tras varios años ejerciendo como su gestor más brillante. Ha saneado una compañía pública que arrastraba pérdidas históricas y la ha situado entre las primeras aerolíneas del mundo, aplicando mano dura con los sindicatos. Es economista de formación y como anécdota vital, ejerció por una temporada como jefe de prensa de Santiago Carrillo. Sueña ahora con poder retirarse  a su casa de Aguamarga, donde tiene una finca con más de mil frutales. De momento sigue perteneciendo al Consejo de Administración de varias compañías.

Un matemático de largo recorrido. Joaquín Moya-Angeler es uno de los directivos españoles más versátiles y respetados. Nació en Almería, en el seno de una familia de abogados y, tras graduarse en Exactas dio pronto el salto al mundo empresarial. Ha dirigido empresas como Leche Pascual y está presente en el Consejo de una treintena de sociedades, entre ellas empresas de capital riesgo de su propiedad. Con IBM viajó por diversos países de la Europa del Este. Cree firmemente en la formación y en el valor del factor humano. Desde 1999 preside la Fundación Mediterránea que trata de establecer nexos entre la Universidad y la empresa, a través del Consejo social. Su último reto es la presidencia de la recién constituida Corporación Tecnológica de Andalucía, que cuenta con 84 millones de presupuesto para incentivar la innovación en el tejido empresarial andaluz. Buena parte de su vida transcurre en un avión y ha trabajado en Londres y en Estados Unidos. Es almeriense ejerciente y siempre que puede practica la vela.


 

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Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario Crítico de Almería 2007, en la sección Economía


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