Ni el primero, ni el segundo, ni el tercero… Cinco años, cinco, lleva la Asociación de Periodistas de Almería, publicando este Anuario.

No es fácil hacerlo. Nada fácil cuando no se es empresa, ni editorial, ni nada parecido, y hay más ganas de trabajar (especialmente del director, Curro Lucas, y del coordinador, Javier Martínez) que medios… Nada fácil cuando no nos mueve otro interés que el ofrecer y el ofrecernos un análisis reflexivo, pausado pero apasionado, de lo que nos ha pasado en los últimos doce meses. Con la objetividad, siempre relativa, que otorgan la distancia y el tiempo. Con el rigor seguro que dan los años de profesión de los que escriben. Y con la pluralidad que asegura, precisamente, el número de firmantes. 

2006 ha sido un año intenso, repleto de titulares a cuatro y cinco columnas, con el urbanismo y la “res pública” acaparando letra impresa, con controvertidas decisiones judiciales, con manifestaciones dudosas en las calles de San Luis y con el triste y vergonzante récord de muertos en el trabajo. 

Ha sido un año también intenso para nosotros, los periodistas, y para nuestra asociación. Justo en el momento en el que cumplimos 75 años, miramos hacia delante pero sin dejar de echar un vistazo hacia atrás. Y es triste comprobar que seguimos anhelando lo mismo: que no lancen las flechas contra el mensajero; que los que no saben lo que es la información, la acaparen, la manipulen y la hagan suya, denigrando a cada paso nuestro oficio; que podamos llegar a fin de mes con sueldos dignos… También nosotros tenemos culpa. 

Por no ser capaces de luchar unidos y con más ahínco contra lo que es a todas luces injusto, y por no ser lo suficientemente valientes como para acabar con el asfixiante corsé de la censura, que unas veces tiene la cara oculta del dinero, del interés y del poder, y otras muchas, la de la propia imposición que dan el miedo o la demasiada cordura...

Por eso estas páginas que tienen entre las manos, poseen un doble valor: el del pensamiento, la palabra, el verbo empleado, y el de la valentía de quienes las han escrito sin pensar en nada más que en participar en un proyecto, el Anuario, que es de todos. 

Por eso, a los que hayamos podido ofender, perdón. 

A los que han estado, gracias. 

A los que han querido y no han podido estar… Gracias también

No hay quinto malo, dicen los taurinos. Esta vez tienen razón. O si no, juzguen ustedes mismos.