Portada diseñada por Quinita Villacampa. Obra finalista del certamen de obra gráfica "Día de la libertad de Prensa". 

La Asociación de la Prensa y la Escuela de Arte, convocaron el I Concurso de Obra Gráfica. El requisito imprescindible fue que todas las obras estuviesen inspiradas en el artículo 20 de la Constitución. La portada de este Anuario, finalista de dicho certamen, representa un ratón de ordenador arrastrado por una cadena de grandes dimensiones.


Un sueño cumplido


 

Una promesa. El supuesto acuerdo de sucesión reclamado por Pedro Molina fue el detonante que abrió la veda a una carrera por el Rectorado de la Universidad de Almería. Una lucha que trajo como primer acto la salida del Gobierno por parte del vicerrector Molina y el paso al frente del compañero de equipo rectoral Carmelo Rodríguez Torreblanca. Mientras tanto, Alfredo Martínez Almécija estuvo deshojando la margarita hasta que se quedó sin tiempo, ganas o suficientes apoyos que le garantizaran el asiento en la zona noble.

Pedro Molina fue nombrado rector quince años después de la fecha esperada, en unos comicios que comenzó a ganar seis meses antes, cuando en el otoño de 2006 reclamó el cumplimiento de una promesa nunca reconocida por Almécija.  En la práctica el catedrático de Filosofía triunfó en las elecciones con el 50,98% de los votos frente al 43,7% del catedrático de Estadística Carmelo Rodríguez. 

El primero obtuvo mayoría en los sectores de profesorado y alumnado, mientras que su rival se impuso en personal de administración y servicios. Y en medio, Alfredo Martínez Almécija escenificó públicamente, para sorpresa de algunos, su neutralidad. Fueron unas elecciones mediáticas, en las cuales sociedad y política estuvieron muy pendientes de los resultados. 

Ante sí, Pedro Molina tiene el reto de una universidad que ha saltado al cuadrilatero comercial, donde hay que ganarse cada alumno en base a proyectos académicos, atractivos lúdicos y culturales, y, sobre todo, buenos planes de comunicación y marketing. Son los nuevos tiempos de una sociedad capitalista, donde tampoco se debe olvidar la esencia de formar profesionales de calidad y personas con valores, que sepan convivir.

A la vez, el nuevo rector tiene el reto de abordar el espacio europeo superior de la educación, donde diplomaturas y licenciaturas se fusionan en carreras de grado de cuatro años, y especialidades de un año para el postgrado. 

Primeros pálpitos

Pedro Molina ha dado interesantes pálpitos en sus primeros discursos, mientras Alfredo M. Almécija observa tranquilo desde su retiro provisional y escucha cantos de sirena desde la esfera política para saltar de nuevo a la vida pública, y Carmelo Rodríguez Torreblanca ha preferido encerrarse en su laboratorio.

Pedro Molina vive con intensidad sus estreno como rector. Quiere dejar huella y se multiplica en actos y reuniones. En sus primeras intervenciones ya ha puesto sobre la mesa iniciativas para los universitarios: la creación de un colegio mayor y de una residencia de estudiantes. Así mismo, el nuevo rector quiere facilitar la vida de los estudiantes, con el bonobús, tarjeta de ocio y descuentos en los establecimientos del centro de la ciudad para, además de beneficiar a los alumnos, ayudar a revitalizar esta zona de la capital, así como, dentro del marco del Campus, la creación de la figura del Defensor Universitario.

Y es que el nuevo rector está obsesionado con «subir a los estudiantes en el tren de alta velocidad de Europa, sumarlos al progreso y aprovechar la gran oportunidad del nuevo marco Europeo».

Junto a las medidas a favor de los alumnos, Pedro Molina quiere acercar la Universidad al tejido empresarial, con la creación de empresas de base tecnológica, la instalación de una sede del PITA en el Campus. Y también planea medidas para la estabilización de profesores y Pas. 

Para conseguir este objetivo, el rector de la UAL se ha rodeado de un equipo amplio, en vicerrectorados y personas, de características y personalidades muy diferentes, con José Guerrero, vicerrector de Extensión Universitaria, y José Luis Martínez Almécija, vicerrector de Investigación, como grandes bastiones.

Lo dicho, las primeras impresiones de Pedro Molina al frente de la Universidad de Almería son muy positivas, como reconocen los distintos sectores de la sociedad. El camino es claro: mirar a Europa en el campo académico; satisfacer las necesidades de la agricultura, turismo y piedra natural, en el terreno económico; y plantar la UAL en la ciudad, para fortalecer el tejido social. Y durante el recorrido no debe olvidar su anuncio de “gobernar con honestidad, transparencia y ética, con las reglas del juego claras”.

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Almécija: «Así me hubiera gustado a mí coger la UAL»

Una década ha estado al frente de la Universidad de Almería Alfredo Almécija, y en este tiempo puede presumir de haber configurado la fisonomía que tiene el actual Campus y haber conseguido que la UAL sea la universidad de toda la provincia. Diferentes aularios, centros de investigación, edificios científico-técnicos e instalaciones deportivas se crearon durante su mandato, mientras, en el órgano interno, debió hacer y rehacer los estatutos para adaptarlos a las distintas leyes. 

La ampliación de los cursos de verano a toda la provincia o la celebración del X Aniversario de la UAL en distintos municipios han ayudado a fortalecer el sentimiento universitario almeriense, y sólo la creación de un Rectorado en la capital se le ha resistido. 

Según los datos aportados por Martínez Almécija, “me voy con 6.000 millones de las antiguas pesetas consolidadas para infraestructuras y un plan de actuaciones compartido con los dos candidatos”, así como “con el modelo de financiación aprobado para los próximos cuatro años, la deuda de este año sufragada y pagado lo que se debe a los proveedores”. “Tienen un buen dinero para empezar a gestionar. Así me hubiera gustado coger la UAL”. Sin embargo, en sus primeras palabras, el nuevo rector, Pedro Molina, avisó que “nos debemos abrochar los cinturones”.

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Las elecciones en cifras

Pedro Molina: 50,98%

Carmelo Rodríguez Torreblanca: 43,7%

En el PDI, funcionario doctor, que cuenta un 51 por ciento, Molina consiguió 217 y Rodríguez, 203, de los 444 emitidos. En PDI funcionario no doctor -6 por ciento-, el primero reunió 34 y, el segundo, 19, de los 56 que votaron. Finalmente, en PDI contratados -8 por ciento-, el rector electo se hizo con 157 frente a los 109 de su oponente, de los 279 que se depositaron en las urnas.

En el sector del PAS -10 por ciento-, Carmelo Rodríguez desbancó a Pedro Molina al obtener 244 frente a los 119 de su rival, de las 412 papeletas depositadas. 

Los alumnos -25 por ciento-, que votaron en un 23 por ciento, optaron por Molina, con 1.648 votos frente a los 1.011 de Rodríguez.

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Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario Crítico de Almería 2008, en la sección Análisis y Reflexión


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