Portada diseñada por Quinita Villacampa. Obra finalista del certamen de obra gráfica "Día de la libertad de Prensa". 

La Asociación de la Prensa y la Escuela de Arte, convocaron el I Concurso de Obra Gráfica. El requisito imprescindible fue que todas las obras estuviesen inspiradas en el artículo 20 de la Constitución. La portada de este Anuario, finalista de dicho certamen, representa un ratón de ordenador arrastrado por una cadena de grandes dimensiones.



Índice de esta sección

Los medios ante la violencia de género


  

María del Mar Segura


Medios sin tacto


  

Ana López Otero


Una asignatura pendiente


  

Manuel Carretero


Informadores gráficos, trabajadores de segunda


  

Carlos Barba


El reto del quinto periódico


  

Alberto Gutiérrez


La mirada compartida del Consejo Audiovisual y los periodistas de Almería


  

Eduardo Castro


Multimedia, ¿multi... qué?


  

María del Mar Díez


Informando en precario


  

Blanca Aneas


A dos años de la TDT


  

Antonio Torres


Protagonistas de la Transición


  

María del Mar Blanco


Las viñetas de la discordia


  

Ana Almansa




Artículos de este autor

Informadores gráficos, trabajadores de segunda


2008 | Comunicación



Informadores gráficos, trabajadores de segunda


Para realizar un análisis de la profesión de reportero gráfico en Almería debemos hablar de varios aspectos diferentes que marcan la situación laboral de este colectivo (ya sea fotógrafo u operador de cámara). El primero de ellos es la relación con las empresas. Se habla mucho desde todos los sectores de la prensa de problemas como la precariedad laboral, los bajos sueldos, la contratación fraudulenta y en algunos casos inexistente, la vulneración de los derechos de autor o el prestamismo laboral al que someten a sus trabajadores algunas empresas. Actualmente hay ciertas empresas que aplican alguna de estas malas prácticas a sus trabajadores, pero lo más alarmante es que hay otras que las aplican todas. 

La precariedad laboral es algo habitual en las televisiones locales, donde priman los contratos de 3 meses, por obra y servicio, apurando las renovaciones todo lo legalmente (o ilegalmente) posible. También se estila mucho la contratación por diferentes empresas (que en realidad son la misma) que evitan por todos los medios que se adquiera antigüedad.

Otro dato alarmante de fotógrafos y operadores de cámara es el que hace referencia al aspecto salarial, ya que el 70 % de los  gráficos no llegan a ser mileuristas y los que consiguen esa ansiada cifra lo hacen por muy poco. 

Un comentario aparte merece Canal 28, que obliga a sus trabajadores a fichar para cumplir un mínimo de 10 horas al día de jornada laboral, aunque tengan un contrato a media jornada o en prácticas. Trabajadores a los que se les descuenta de una nómina de apenas 700 euros  las reparaciones en los vehículos utilizados para desplazarse a trabajar, o que son despedidos si se atreven a acudir a la mutua debido a un accidente laboral. La directora de dicha televisión firmó el despido de un cámara el mismo día del accidente, en cuanto el trabajador se marcho a urgencias.

Existen otras situaciones que preocupan mucho a los fotógrafos a la hora de plasmar su trabajo en los diarios y es la falta de poder en la toma de decisiones que afecten a la fotografía. Pocas veces nuestra opinión tiene peso específico a la hora de decidir sobre el tipo de corte, el formato o la selección de las imágenes que en la mayoría de los casos escapan al fotógrafo. Incluso hay ocasiones en las que los redactores distribuyen gratuitamente nuestro trabajo sin nuestro consentimiento, violando los derechos de autor.

 Esta relación con los periodistas es otro aspecto, no menos importante, con el que debe lidiar un gráfico cada día. Muchas veces nos encontramos  en parte de los compañeros redactores actitudes de falta de comprensión hacia nuestro trabajo y en el peor de los casos un menosprecio absoluto hacia nuestra labor. Estas actitudes surgen del trato discriminatorio entre redactores y gráficos que se realiza desde la dirección de las empresas y en el que plasman esa diferenciación en menores salarios o peores tipos de contratos para los gráficos. 

Se pueden poner  multitud de ejemplos de este tipo de diferenciaciones. Una de las últimas se ha producido por parte de la dirección del Interalmería, donde tras producirse un pico en la actividad laboral de la TV el director decidió recompensar con un “incentivo” a los trabajadores, el problema es que sólo tuvo en cuenta a los redactores para esa gratificación. Ante las quejas de los operadores de cámaras el director rectificó y al mes siguiente les dio otro incentivo a estos trabajadores, que decidieron repartirlo con el resto de técnicos. 

Otro caso en esta línea es el del segundo fotógrafo de Ideal. En su relación laboral con el periódico alterna trabajo como freelance con contratos de fin de semana. Nadie en esta empresa ha encontrado el momento de realizar un contrato estable a un trabajador con el lleva años colaborando, aunque no han tenido el menor problema a la hora de hacérselo a periodistas que han llegado mucho después que él a la redacción.

Por otro lado, existen redacciones que otorgan menor importancia al fotógrafo. En el “Diario de Almería”, por ejemplo, cuando hubo necesidad de reducir gastos el primer puesto que desapareció fue el de redactor gráfico. Lo cual ha dado como resultado una situación cuanto menos extraña: Un periódico sin fotógrafo. El resultado: el fotógrafo a la calle y los redactores a hacer fotos con “la camarilla”. Este pseudointrusismo  laboral se está convirtiendo en un serio problema, pues está provocando de forma directa la desaparición de algunos de nuestros puestos de trabajo. 

Es ya una práctica habitual suplir las sobrecargas de trabajo haciendo que cada vez más redactores se hagan sus propias fotografías o lleven su propia cámara de video doméstico en lugar de contratar a un profesional de la imagen. Esto esta llevando a que el soporte gráfico de las informaciones alcance niveles bajísimos de calidad lo cual siempre va en perjuicio del ciudadano. 

En este sentido los gráficos debemos hacer autocrítica y exigirnos más a nosotros mismos, consiguiendo marcar las diferencias entre la calidad del trabajo de un informador gráfico y del resto, no cayendo en la “foto fácil” que nos coloca al mismo nivel que el ciudadano medio, y que da justificación a los que consideran nuestro puesto prescindible.(o que lo puede hacer cualquiera). Tal vez sea este un aspecto en el notamos cierta insolidaridad por parte de los redactores, ya que los periodistas siempre aluden al intrusismo laboral por parte de los no titulados como uno de los principales problemas de su profesión, pero luego en muy pocos casos estos mismos periodistas ponen pegas a la hora de realizar el trabajo de un gráfico. En muchos casos por miedo al despido y en otros pocos por falta de reflexión acerca de las consecuencias que ello provoca.

En el caso del puesto de montador es otra labor en la que estamos siendo desplazados por los periodistas. En redacciones como Localia, Interalmeria y parece ser que pronto Canal Sur, ha desaparecido la figura del “montador”. Las empresas están utilizando ediciones no lineales tipo Premier en el que el redactor se monta su propia noticia colocando las imágenes sobre su texto. Esta labor de extrema importancia, que debe hacer comulgar el trabajo de ambos profesionales (redactor y el gráfico), en ocasiones es realizado por personas sin la preparación específica, perdiéndose la coordinación necesaria cámara-redactor. 

Puesto que juntar palabras no significa saber escribir, juntar imágenes no significa necesariamente contar una noticia. Cometer fallos en el montaje de panorámicas, en la sucesión plano-contraplano o en la continuidad puede llevar al espectador a error y en casos extremos supone una flagrante distorsión de la realidad. Es por ello que existe una amplia bibliografía sobre el montaje audiovisual, que supone una parte importante en la formación de los informadores gráficos, que ahora observan cómo otros montan su trabajo.

Por estos motivos, desde la Asociación de Gráficos, no hemos querido dejar pasar la oportunidad que nos brinda este Anuario de la Prensa, para hacer llegar a nuestros compañeros los periodistas nuestras inquietudes, e intentando un acercamiento entre nuestras profesiones que tantísimo tienen en común. Estamos convencidos de que darle la debida importancia a la especialización, y una buena armonía entre gráficos y periodistas es fundamental en el mundo de los medios de comunicación, donde el fin último debe ser ofrecer al consumidor un producto de calidad. 


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Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario Crítico de Almería 2008, en la sección Comunicación


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