El desempleo juvenil es una amenaza para todos los estados europeos especialmente en España donde los niveles están haciendo peligrar la existencia de una generación que emigra a otros países. Este artículo repasa la evolución del desempleo juvenil en el último año, las medidas de empleo aprobadas por el Gobierno y su efectividad.

La jóvenes europeos han pasado de llamarse “la generación perdida” a ser considerada “la generación en peligro”. La Organización International de Trabajo (OIT) lo indica así en su informe ‘Tendencias Mundiales de Empleo Juvenil 2014’. Este documento destaca que las condiciones del mercado de trabajo no mostraron signos de mejoría durante 2013 en las economías desarrolladas y la Unión Europea. La economía mundial sufre arritmia en la creación de empleo, sobre todo para los jóvenes. La tímida recuperación económica repercute en los mercados de activos pero olvida la economía real.
Es dramático saber que la OIT prevé una disminución gradual de la tasa de desempleo juvenil en las economías desarrolladas hasta llegar al 15,6% en 2017, pero no por la creación de empleo sino porque numerosos jóvenes dejarán de buscar trabajo y no se considerarán desempleados.

Uno de los países que ha venido contribuyendo a ese negro escenario es España, convertida en un secarral donde el empleo juvenil sigue siendo una promesa política y cuesta que sea una realidad. Pese a la urgencia de la situación, hasta ahora el Gobierno se ha preocupado por reestructurar las finanzas, reformar las administraciones públicas y aprobar decretos en función de la evolución de los mercados. La pasividad en la elaboración de sus planes de empleo y la burocracia de la Unión Europea retrasaron hasta diciembre de 2013 el plan de acción para reducir el desempleo juvenil.

Para un desempleado encontrar un puesto de trabajo actualmente supone el doble de tiempo que antes de la crisis. Como consecuencia, muchos abandonan la búsqueda totalmente desalentados, incrementándose el desempleo a largo tiempo. En 2013 un total de 547.890 personas dejaron España con destino al extranjero, según el Instituto Nacional de Estadística (INE); cifra que asciende a 983.000 jóvenes, según Eurostat.

Es difícil calcular el número de jóvenes que se han marchado al extranjero pero está claro que es más gente la que se va que la que llega, hasta el punto de que España ha perdido población por primera vez en cuatro décadas. En términos relativos, entre 2012 y 2013 la emigración experimentó un incremento del 22,7%, mientras que la inmigración descendió un 4,3%. Los principales países de destino para los jóvenes fueron Ecuador, Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos. Un informe del sindicato UGT con fecha de 2013 señala que en España hay una mayor tendencia a emigrar entre las personas con estudios superiores o carga de responsabilidad. El 50,4% de los jóvenes opta por emigrar a algún país de la Unión Europea y el 30 % hacia América.

La crisis ha aumentado el riesgo de exclusión social y pobreza entre los jóvenes españoles. El desempleo juvenil se mantuvo alto durante el año 2013 siendo noviembre el mes más negativo con 57,7% de paro, según Eurostat. Los datos de noviembre de 2013, aportados por la oficina de estadística europea, indican que fuimos campeones de Europa en esta materia superando a Grecia. Las tasas más bajas se observaron en Alemania (7,8), Austria (9,4%) y Holanda (11,6%). En los países de la zona euro aumentó una décima el desempleo juvenil hasta alcanzar el 24,4% y en el conjunto de la UE se mantuvo estable, en el 23,7%.

Con este panorama se les pide a los jóvenes que no pierdan la motivación y que se mantengan activos aunque no sea en el mercado laboral. La intención es que no se aíslen, que se involucren en proyectos como voluntarios, por ejemplo, pero sobre todo que mejoren su formación académica. Europa recomienda a España invertir esfuerzos en la educación como pieza clave para ser más competitivos y poder conseguir empleos de calidad porque al menos 845.500 jóvenes españoles ni trabajan ni estudian ni se están formando.

Respondiendo al plan de “Garantía Juvenil” de Europa, el Gobierno aprobó a finales del año pasado “La Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013/2016” que contiene cien medidas para conseguir la inserción laboral de los jóvenes, ya sea por cuenta ajena o a través del emprendimiento. Algunas de ellas son la tarifa plana para jóvenes autónomos; los contratos “Generaciones”, “Primer Empleo” Joven, de “Prácticas”; y la eliminación de la cotización por la contratación de jóvenes. Quince de esas medidas son “un plan de choque” con efectos inmediatos, el resto están dirigidas a obtener resultados a largo plazo.

La efectividad de estas medidas tiene diferentes lecturas. Nada más ponerlas en marcha el presidente del Ejecutivo Central, Mariano Rajoy, presumía en Europa de que en los primeros cuatro meses 80.000 jóvenes habían encontrado trabajo. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, aumentaba la cifra en 10.000. En la web oficial del ministerio, el Gobierno insiste en que entre los menores de 25 años el paro ha disminuido un 9,2% en los últimos doce meses lo que se traduce en 39.042 personas. El colectivo Sin Empleo Anterior también decreció en 9.086 personas (2,35%).

En cuanto al número de contratos registrados durante el mes de junio de 2014 ha subido 18,92% con respecto al mismo mes del año 2013. También sube la contratación acumulada en los primeros seis meses de 2014, alcanzado la cifra de 7.840.735, lo que supone 1.105.789 contratos más (16,42%) que en igual periodo de 2013. En magnitudes acumuladas, se han realizado 658.465 contratos indefinidos hasta junio de 2014. Representan un incremento de 86.650 (15,15%) sobre el mismo periodo del año 2013. Con respecto al Contrato de Formación y Aprendizaje, en el mes de junio se han celebrado un total de 14.184 contratos, lo que supone un 57,5% más que en junio de 2013.

En el último año, desde el segundo semestre de 2014 hasta el mismo periodo de 2013, España ha reducido el desempleo en un total de 424.500 personas. Se trata de la mayor reducción anual desde 1999, pero el dato no es motivo de euforia porque también en este período la población activa ha disminuido en 232.000 personas. El descenso del desempleo no se debe al aumento de la población que con edad de trabajar está trabajando. El origen de este descenso habrá que buscarlo en el número de parados que se han dado de baja del INEM tras finalizar las prestaciones y no haber encontrado empleo, y en la cantidad de españoles que han emigrado.

Si analizamos la evolución del desempleo juvenil español durante los meses de junio de los últimos tres años, inclusive 2014, la radiografía es la siguiente:

Datos más recientes apuntan a que a julio de 2014 se beneficiaron del Contrato de Emprendedores 76.500 menores de 30 años y 104.650 jóvenes de la Tarifa Plana de 50 euros para primeros Autónomos. Los sectores que más empleo generaron fueron: Servicios, Industria y Construcción.

En 2014 España continuará recibiendo fondos europeos para reducir el empleo juvenil. Nuestro país recibirá una inyección económica de 2.790 millones de euros, 1.850 millones específicamente para luchar contra el paro juvenil, para frenar el éxodo de capital humano, para evitar que la juventud española esté en peligro. Habrá que ver cómo se gestionan esas partidas y si asistimos a la creación de empleo real y de calidad.