La Portada está fundamentada en dos elementos principales. Por un lado, un fondo de color negro reforzando la idea de ´Año Negro de la Prensa de Almería´, en cuyo conjunto se pueden leer algunas de las muchas circunstancias que ha tenido que sufrir el colectivo en el 2008. Por otro lado, la imagen procura representar la presión que sufren los informadores por parte de diversos sectores, y la precariedad laboral de muchos de los periodistas.
En la fotografía, se representa a un profesional almeriense intentando realizar su trabajo, con los bolsillos sacados simbolizando ruina y las carencias que sufre en su puesto de trabajo. También hay dos hombres de corbata que simbolizan los grupos de presión. Éstos tienen los bolsillos llenos de dinero y, por ello, tiran de los brazos del periodista para manipular a su antojo la información que ha de salir publicada en el medio que ampara al periodista.
* Joaquín Navarro, autor de la portada del `Anuario Crítico de Almería 2009´, trabajó como diseñador y maquetador en el desaparecido `Diario de Almería´, uno de los medios almerienses (junto con `El Director Económico´y `El Mundo Almería´) que cerró durante 2008. Situación que queda reflejada en la página principal de esta publicación.
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2009 | Deportes
Viaje por las sensaciones
Lágrimas nostálgicas, voz entrecortada, un discurso difícil, rabia y orgullo; pasado, presente y futuro aunados en unas líneas que le costó leer; cerca de 20 años dedicado a lo que ha sido y es su pasión; dijo adiós a un intenso camino deportivo y, como cualquier joven que firma su primer contrato, miró con esperanza y entusiasmo su nueva andadura. Pero, sobre todo, compartió con los que le habían apoyado en su historia deportiva, la felicidad que le produjo ser jugador de balonmano. La retirada de Francis Miras, capitán del Keymare Almería, puso el cierre a una temporada difícil para este equipo almeriense.
Luchó y lo intentó en cada partido, pero Miras no pudo despedirse de su afición dejando al conjunto en la Liga Asobal, que tanto sufre en esta capital. El Keymare Almería disputó su último encuentro en un Rafael Florido repleto de aficionados, algo inusual durante el resto de jornadas, y cumplió con su obligación, que era, simplemente, ganar. Consiguieron vencer al Arrate por 25-21, aunque esos cuatro puntos de diferencia no fueron suficientes para afianzarse en la División de Honor del balonmano. Tuvieron que soportar una de las peores caras que tiene el deporte, depender de que otros te resuelvan la papeleta. Ese 14 de mayo supuso dos adiós, el de Francis Miras y el paso del equipo de la División de Honor a la División de Honor B. Sin embargo, ese sabor amargo y esa impotencia, duraron poco. Los problemas económicos comenzaron a hacer estragos en equipos con presupuestos muy limitados que le impedían continuar con los compromisos de la Asobal. Fue el caso del Teka Cantabria que renunció a su plaza y ‘abrió’ la puerta de una oficina para que Keymare Almería pudiese firmar su vuelta a la primera categoría. Lo malo de una temporada se finiquitó con una rúbrica de esperanza y de segundas oportunidades, aunque eran conscientes de que les tocaría sufrir y mimar cada detalle para evitar gastos excesivos. El regreso a la Liga Asobal era una apuesta por lo de aquí, por lo que ‘olía’ a almeriense.
En la categoría femenina del balonmano, se vivieron dos historias muy opuestas. La del Vícar Goya y la del Club Balonmano Puertodulce Roquetas. El primero siguió con su leyenda en la Liga ABF, llevando la etiqueta de histórico y legendario. Afrontaron esta temporada pensando en la próxima, en la que dejarían atrás las novedades para hablar de equipo compacto y unido. En el lado opuesto, el Club Balonmano Puertodulce Roquetas que, pese a su buen año, con participación en la Copa de la Reina incluida, prefirió dar un paso atrás y optimizar sus recursos de otra manera. No podían hacer frente a las necesidades que impone contar con un equipo en la división de honor femenina y optaron por continuar fomentando el balonmano de cantera del municipio almeriense.
Pese a las situaciones ‘extrañas’ que vivían los equipos polideportivos de Almería, 2008 quedará siempre en la historia de todos como el año en el que la provincia tenía un buen número de modalidades deportivas en la elite, de donde, precisamente, no se ha bajado Unicaja Almería en 20 años. Sigue siendo el referente del éxito en la provincia. No obstante, el ejercicio pasado estuvo dirigido a la búsqueda de caminos que le recondujeran al pasado, es decir, a esa época en la que el voleibol se vivía con gran intensidad. Una emoción que, por mucho que se intentase, era casi imposible trasladar desde las gradas del Palacio de los Juegos Mediterráneos. Curiosamente, un escenario que en tres años no vio al conjunto levantar ningún título, de hecho, después de una década sumando trofeos, el pasado fue el único en el que el equipo presidido por Ramón Sedeño no consiguió un triunfo mayor.
Se siguió apostando por el futuro, con un conjunto filial que despuntaba en Superliga 2 junto a Jose Maqueda; por los equipos de categorías inferiores, júnior, juvenil, cadete, infantil y alevín; por el voleibol femenino y por acercar este deporte a los centros escolares de la provincia. Y, en esta lucha porque el voleibol continuase siendo un referente en Almería y porque recuperase su hegemonía en España, se configuró un proyecto compuesto por jugadores jóvenes que apuntaban a un prometedor futuro, como Juan Carlos Barcala, Sergio Noda, Josh Howatson y, todo, bajo el amparo espiritual del capitán almeriense, el pechinero Juanjo Salvador. En ese camino que eligió el Club Voleibol Almería, se escogió una dirección que les llevó del Palacio de los Juegos Mediterráneos al pabellón Moisés Ruiz y se dieron cuenta que en casa tenían a alguien con ganas de hacer algo grande con ellos, con experiencia y empapado hasta las cejas de voleibol. Carlos Carreño, que remplazó al brasileño Carlos Alberto Villar. Unos cambios que, de momento, les está saliendo bien.
Otro deporte de pista que se unió a las agendas de los almerienses fue el baloncesto. Una modalidad que en 365 días ofreció todo tipo de sensaciones. Casi sin que nadie lo esperara, en la LEB Plata, el Blanes BS Hoteles se colaba, por primera vez en Almería, en unos ‘play off’ para luchar por el ascenso de categoría. Ni pudieron dar ese salto ni continuar en esta competición. La falta de medios económicos llevó a sus dirigentes a tomar la dura decisión de dar varios pasos hacia atrás y mantener al conjunto en Liga EBA. Quienes sí pudieron aguantar en su categoría fue el Promobys Tíjola, pese a que les tocó sufrir por la permanencia. Para ello, fue fundamental el apoyo de todo un municipio, que empujó al equipo a ofrecer lo mejor de sí mismo en los momentos decisivos.
La lucha, la búsqueda de caminos, las opciones angustiosas, lo raro, los sueños y la realidad dirigieron a estos equipos polideportivos en sus proyectos de futuro. Nos hicieron viajar por un camino en el que nos cruzamos con sensaciones muy diferentes.
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