Si por algo se caracteriza el presidente de la Diputación es por su capacidad de trabajo y, sobre todo, de apaciguar ánimos en situaciones complicadas. Nada más tomar posesión de su cargo, el partido mayoritario en la oposición le brindó una ocasión de oro para mostrar el temple con que la madre naturaleza dotó su carácter. A pesar de ser blanco de todas las miradas en el conflicto creado en torno a la contratación del personal de confianza, Usero logró salir indemne y devolver el debate político al terreno de la gestión política, del servicio a los ciudadanos, al territorio donde siempre debió permanecer.

Su llegada a la Institución Provincial se produjo en un momento político delicado, tras la cruenta guerra librada entre dos sectores del Partido Popular en el anterior equipo de Gobierno, cuyas principales batallas tuvieron por escenario el salón de plenos de la Institución Provincial. De hecho, su primer objetivo, ejecutado con precisión meridiana, fue cambiar la imagen de la Institución, eludiendo todo debate personalista o meramente partidista hasta el punto de que los periodistas se extrañaban de lo tranquilos que eran ahora los plenos de Diputación. 

Esa tranquilidad es la que ha sabido transmitir a los más de mil trabajadores de la Institución, a todos los alcaldes de la provincia y la opinión pública almeriense.

La Diputación de Almería vuelve a ser el ayuntamiento de ayuntamientos, allí donde los alcaldes de los 102 municipios que componen nuestra provincia saben que tienen un aliado a la hora de solucionar los problemas del día a día.

Nacido en la zona de Obispo Orberá vive desde hace años en las cercanías de la Plaza de Toros, quizás por ello le han llegado a confundir con el novillero almeriense Juan Ignacio López Usero, algo que siempre le ha provocado una sonrisa por su afición al mundo del toro.

Estudiante sobresaliente su vida entre libros transcurrió con la responsabilidad de sacar adelante una carrera, Derecho, sin tener que agobiar a la economía familiar.

Hombre familiar comprueba desde julio de 2007 que no puede ofrecer a su mujer y a su hijo todo el tiempo que desearía, pero se siente un privilegiado porque cuenta siempre con el apoyo de los que le rodean. No pierde ocasión de reunirse con su madre, sus hermanos y demás familia para poder charlar.

Para comer al Presidente Juan Carlos Usero le encantan las denominadas “carnes rojas”, los diferentes tipos de queso acompañados de un buen vino y como suele pasarle a más de uno, se pierde por las paellas de su madre.

Un apasionado del deporte que no deja pasar la oportunidad para animar a todos los equipos deportivos que compiten en el panorama nacional. Seguidor como no podía ser menos, de la Unión Deportiva Almería siente simpatía por el F.C. Barcelona. 

Es decir, que como gran número de almerienses es del equipo de su tierra y de uno de los grandes.

El padel es otro de los deportes que practica y con el que, aunque parezca mentira, se relaja de sus quehaceres diarios en la Institución provincial.

Para descansar a Usero le encanta ir al campo para poder pasear y respirar aire puro. Esa es una de sus mayores aficiones en invierno. Para el verano y como buen almeriense, su destino para intentar relajarse son las playas de nuestra provincia, especialmente las del Levante donde no existe aglomeración de personas.  

Así es el presidente de la Diputación de Almería. Una persona que no se cansa de repetir que pertenecer a esta Institución es la mejor manera de trabajar por toda la provincia y por mejorar la calidad de vida de todos los que vivimos en ella.