Ponderar sobre los beneficios que la Autovía del Alamanzora reportará a sus habitantes, a su economía, desarrollo, competitividad, etc, etc, es a priori , un planteamiento al que pocas novedades pueden añadirse. No hay nada que no esté dicho o que pueda sorprender a los que llevan sufriendo el calvario de una precaria carretera, más insufrible actualmente por las obras que algún día desembocarán en 40 km de vía rápida.
Poco más a lo tanto expresado se puede decir ya; pesan los argumentos reiteradamente expuestos en múltiples declaraciones plorando su carencia, su necesidad. En todos los ámbitos, antes o después, por una u otra causa no será posible encontrar a quien no se haya enrabiado o apesadumbrado de manera inconsolable al circular por una carretera difícilmente transitable, sobre todo, por el volumen de tráfico pesado que ralentiza de manera imponderable la fluidez de la vía que una la comarca con la A92 y la A7.
Todo arrancó en el mismo momento en que hace ya más de dos décadas, allá por el 92’, se conocía que el trazado de la vía que vertebraría Andalucía, la A-92, se dibujaba por Baza-Los Velez, dejando definitivamente arrinconada a la Comarca, que, por otro parte, ya había constatado lo que era el estrangulamiento ferroviario, una vez decidieran cerrar la línea Almendricos-Guadix.
Nunca se entendió la estrategia de ambas decisiones, y por lo tanto, nunca se cejaría en el empeño de demostrar que tanto una vía como la otra eran necesarias.
Como consecuencia de lo que se consideraba injusto, surgió en el año ‘98 La Mesa de Desarrollo de la Comarca, integrada por alcaldes, empresarios y sindicatos con el fin de reivindicar lo que a todos luces se imponía imprescindible: La Autovía y Conexión con la Alta Velocidad, mediante una estación de contenedores.
Las razones para tales exigencias eran de peso. La floreciente prosperidad de la Industria del Mármol requería una infraestructura viaria que contribuyera a la distribución del producto con la celeridad que exigen los mercados.
Paralelamente, se trabaja en alternativas de riqueza con otros subsectores. Así empezaban a fraguar los cimientos para ofrecer el Almanzora como oferta turística de interior, Eso acarreaba de forma inherente unas vías de comunicación acordes a las pretensiones para poner en el mapa una oferta turística emergente.
Las insistentes reivindicaciones provocaron la atención y escucha de la entonces consejera de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Concepción Gutiérrez, con los interlocutores de la comarca, La Mesa de Desarrollo, de quienes siempre dijo era meritorio alabar por la capacidad de diálogo y entendimiento.
Quizás detrás de estas palabras se dejaba entrever la intención de la administración andaluza por conceder lo que consideraba justo para todos estos sectores generadores de riqueza. A los que por otra parte, había apoyado incondicionalmente para su expansión, y sin embargo en materia de carreteras, fue y sigue siendo un lastre evidente.
Finalmente, todos esos movimientos fructificaron con la aprobación del Proyecto de la Autovía del Mármol que pasó a llamarse del Almanzora.
Pasados los largos trámites pertinentes, llegó el pistoletazo de salida de las obras. Las alegrías eran unánimes, no sin algún descontento al conocer que el trayecto a ejecutar sería Purchena-Huércal-Overa, dejando Purchena-Baza en el aire. Un escollo que pronto se corrigió para definitivamente confirmar su itinerario hasta la ciudad bastetana.
El tan ansiado proyecto se materializaba y el 20 de febrero de 2008 el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, inauguraba el primero de los cinco tramos de las dos fases del proyecto, unos 8 km que discurren entre Fines- Albox de los 40 km de la primera fase
Hoy siguen las obras, a un ritmo, que desde luego no es el deseado, tal y como se manifestaran hace unos meses las asociaciones empresariales, culturales, vecinales, etc, en los medios de comunicación. Lo que repercutió en la entrada en servicio de una calzada en el tramo Albox-Cucador que comprende unos 14,7 km, para evitar el paso por la Alfoquía.
Sabemos así mismo, según las declaraciones que hacía en ese momento la delegación de Obras Públicas, que la conexión entre el Cucador y la intersección de La Concepción, que supondrá otros 3,3 kilómetros, está adjudicada. El resto de tramos, cuyos proyectos se encuentran redactados, se licitarán a través de la fórmula público-privada, con una inversión de 139 millones de euros.
La Variante de Albox se encuentra al 78,5 por ciento de ejecución, mientras que el tramo Variante de Albox-Cucador alcanza el 80,5 por ciento. Los trabajos siguen a pleno ritmo.