Frente al ordenador. 

Así es como nos encontramos a diario los profesionales de medios de comunicación. Tenemos que escribir para locutar, subir a la web o llevar a imprenta aquello que los espectadores o lectores encontrarán en televisión, radio, periódicos e Internet. 

Un proceso que, cada vez, es menos sencillo. Durante ese período de tiempo se reciben llamadas, visitas a la mesa de personas de ‘rango’ superior que tratan intervenir en nuestro trabajo, etc. El periodista quisiera, entonces, encontrarse en una burbuja, mantenerse aislado y no sufrir interferencias que mermen la finalidad y objetivo que se persigue: informar, y bien. 

Aunque encontremos esos factores externos que tratan de interponerse entre el profesional y su ordenador, debemos obviarlos, espantarlos como si de una mosca que no para de molestar se tratase y continuar con nuestro cometido. Volver al origen de este trabajo y reducir todo aquello que disminuya la fuerza del mensaje entre el emisor y el receptor. 

Escribir, leer, volver a escribir, releer y dar por concluido nuestro texto cuando sólo nosotros estemos seguros de ello, con responsabilidad y profesionalidad. De eso sólo sabemos los periodistas.

El Ejido consiguió llevarse el gato al agua. La firma El Corte Inglés abrió un nuevo establecimiento –con Hipercor- en el municipio antes que en la capital, donde se firmó su implantación en 2005 y cuyo proyecto aún plantea serias dudas a la Administración autonómica. El Corte Inglés representó para miles de personas un balón de oxígeno en una época de pérdida de empleo y más de 700 jóvenes consiguieron un puesto de trabajo -la media de edad es de 28 años y el 61% de la plantilla es mujer-. Durante varias jornadas se realizaron procesos de selección de entre miles de aspirantes. Según la estimaciones de la empresa, a los 723 empleos directos, hay que sumar 700 puestos de trabajo que se crearán de manera indirecta. La demanda potencial de clientes es de 230.000 personas procedentes de El Ejido y los municipios limítrofes de Adra, Berja, Dalías, La Mojonera, Roquetas de Mar y la capital almeriense.