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Un faro para iluminar el instrumento más universal

CARLOS GONZÁLEZ
www.luthier.org

Tras décadas de olvido, Almería, la ciudad que exportaba guitarras a todo el mundo en el siglo XIX por fin cuenta con un "Museo" de la Guitarra. Un museo sin coleccion propia, pero un museo al fin y al cabo. El autor de este artículo, nos desvela las posibilidades de este espacio museístico que se inicia como un centro de interpretación pero que podría llegar a ser un referente de la guitarra en España y en el mundo.

 

La guitarra es sin duda el instrumento musical más universal, presente en diferentes países, culturas y estilos musicales, sean clásicos, tradicionales o populares.

No se puede concebir la música hispanoamericana sin el sonido de charangos andinos, cuatros venezolanos, tres cubanos, jaranas y vihuelas mexicanas, etc. ¿Y cómo imaginar el Flamenco sin la voz de la guitarra, o el blues, el rock y la música country sin las guitarras norteamericanas acústicas o eléctricas?

Todos estos instrumentos son descendientes directos de las vihuelas y guitarras españolas nacidas a mediados del siglo XV, que los navegadores españoles y portugueses llevaron a todos los rincones del mundo conocido. No cabe duda de que la guitarra es una de las mayores aportaciones culturales que España ha dado al mundo y, en mi modesta opinión, debería de ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad.

En sus seis siglos de historia, vihuelas y guitarras, que en el fondo son variaciones de un mismo tipo de instrumento, han evolucionado adaptándose al estilo musical de cada época, país o cultura y una de esas mayores evoluciones tuvo lugar en Almería de la mano de un almeriense universal, Don Antonio de Torres Jurado, (La Cañada de San Urbano, 1817-1892).

A mediados del siglo XIX Antonio de Torres, a la sazón residiendo y trabajando en Sevilla, recogió todos los avances que la guitarra había conocido hasta entonces y diseñó un instrumento nuevo, cuya voz embelesó a los mejores intérpretes de la época, como Julián Arcas, otro gran almeriense, o el mundialmente famoso Francisco Tárrega, entre otros muchos grandes guitarristas del siglo XIX.

El modelo de guitarra Torres eclipsó a otros modelos de guitarra, tanto en España como en el resto del mundo y aún hoy lo sigue haciendo, ya que nuestras guitarras clásicas o flamencas siguen el patrón diseñado por el gran guitarrero almeriense.

Como suele ocurrir en nuestro país Antonio de Torres es más reconocido y celebrado en el extranjero que en España; tengo que reconocer que una de las cosas que más me sorprendió al trasladarme con mi familia a Almería en 2005, fue lo poco que se conocía a Torres entre sus paisanos, muchos nunca habían oído hablar de él, o si lo habían hecho, no eran conscientes de su relevancia mundial.

Sin embargo el 20 de diciembre de 2013 esta situación ha cambiado de forma radical, gracias a la encomiable iniciativa del Ayuntamiento de Almería de poner en pie el Museo de la Guitarra Antonio de Torres Jurado, dedicado a nuestro emblemático instrumento y a la gran figura del maestro de La Cañada. Es el primer museo dedicado a la guitarra que existe en España y uno de los pocos museos instrumentales de nuestro país.

Situado a espaldas de la Catedral de Almería, en la Ronda del Beato Digo Ventaja, el museo ha tenido un gran éxito de público en estos siete meses y ha recibido elogios desde diversos ámbitos culturales, nacionales e internacionales. Entre ellos cabe destacar el de José Luis Romanillos, violero, investigador y primer biógrafo de Antonio de Torrres, quien ha sido nombrado recientemente Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante.
El proyecto museístico fue realizado por la empresa vallisoletana SERCAM, cuyo proyecto ganó el concurso convocado por el Ayuntamiento de Almería a principios de 2013. El museo diseñado por SERCAM, sigue el concepto general y algunas ideas concretas elaborados por la Concejalía de Cultura, como la de una sala con forma de guitarra. La orientación didáctica y divulgativa está muy presente mediante una división del espacio en varias salas con temáticas claras y bien definidas, así como en el recurso a las nuevas tecnologías.

En definitiva, es una excelente plataforma inicial, que los responsables del museo y el área de Cultura del Ayuntamiento de Almería van a desarrollar y amplificar en el futuro, incidiendo especialmente en algunos aspectos no contemplados en el proyecto inicial. El fundamental, en mi modesta opinión, es en la creación de una colección propia de instrumentos originales, algo indispensable para todo museo, combinándola con un centro de estudio y documentación de los mismos. Prestando especial atención a la obra de Antonio de Torres y a la guitarrería almeriense anterior y posterior a Torres.
Crear una colección de instrumentos históricos es tarea ardua, laboriosa, metódica y que necesita contar con un presupuesto propio, algo complicado en estos tiempos difíciles. Sin embargo, tanto el Alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, como el Concejal de Cultura, Ramón Fernández-Pacheco Monterreal, han manifestado su intención de trabajar para que el Museo de la Guitarra adquiera paulatinamente instrumentos, formando una colección que atraiga visitantes, intérpretes e investigadores, de España y del resto del mundo.

Mientras esa colección se vaya formando el Museo propone exposiciones temporales. Desde su inauguración hasta el 10 de julio presentó una exposición temporal de guitarras históricas, entre las que destacaba una guitarra barroca del siglo XVIII y una guitarra muy especial de Gerundino Fernández, de las llamadas “de formato”. Actualmente y hasta el 10 de enero de 2015, el Museo ofrece al público una gran exposición dedicada a la Guitarra Almeriense, con instrumentos construidos entre 1845 y 2014.

Como complemento a sus actividades El Museo de la Guitarra dispone de un laboratorio de restauración, donde también se harán labores de peritaje y evaluación de instrumentos, a disposición de particulares y coleccionistas. Y en breve se abrirá al público una Escuela de Luthería, para transmitir a quien lo desee, tenga o no experiencia previa, las técnicas del noble y complejo arte de construir instrumentos.

Estamos pues ante una iniciativa ambiciosa y completa, que será una parte importante de la red de museos que tanta falta le hacía a Almería, para provecho de los almerienses y como polo de atracción para el pujante turismo cultural. Pero para ello el Museo de la Guitarra tiene que renovarse regularmente, tiene que ofrecer exposiciones temporales de calidad, presentar ciclos de conciertos atractivos, organizar simposios y coloquios. Es un reto difícil en los tiempos que corren, pero un reto fascinante, ayudado además por una temática, la guitarra y su historia, que despierta interés y simpatía a lo largo y ancho del mundo. En su breve existencia el Museo de la Guitarra ha acogido dos concursos de guitarra, la Segunda Edición del Concurso Maty Rodríguez y la Primera Edición del Concurso Antonio de Torres. Asimismo hemos asistido a la creación de la Asociación de Amigos del Museo de la Guitarra Antonio de Torres.

He titulado este breve texto “Un faro para iluminar el instrumento más universal”. Un faro es orientación y protección, el Museo de la Guitarra también tiene que cumplir esas nobles funciones, indicando a los almerienses y a quienes nos visitan que en ese espacio los instrumentos estarán cuidados, explicados, y puestos en valor. Para quienes los conocemos bien, los instrumentos son como libros. Sus frágiles maderas nos informan de los bosques que conocieron en su etapa de árboles, los gestos y la habilidad de quienes los transformaron en instrumentos, las notas más tocadas por sus propietarios… Son libros autobiográficos que narran historias de su nacimiento, su época y sus peripecias vitales; su destrucción es siempre una pérdida irreparable y dolorosa.

La luz de este nuevo faro, situado junto a las imponentes murallas de la Catedral de Almería, nos indica que allí se preserva algo importante y nos invita a acercarnos para conocerlo mejor, es un polo de atracción que de hecho ya ha atraído a miles de personas: ¡Tan solo en las 4 horas de la Noche en Blanco recibimos 820 visitantes!

Quisiera concluir este breve texto con una relevante noticia de última hora: El Museo de la Guitarra de Almería ha recibido la generosa donación de una guitarra de Miguel González Abad, (Almería, 1906-1989). Durante el año en que trabajé en el Museo de la Música de París nunca dejó de sorprenderme la cantidad de instrumentos donados por particulares, siempre creí que esto era casi imposible en mi país. El generoso gesto de una familia almeriense me llena de esperanza y alegría. Nuestra luz brilla un poco más y augura buenas perspectivas para el futuro del que es, y con la ayuda de todos lo será aún más, un gran museo para un gran instrumento.

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Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario Crítico de Almería 2014, en la sección Cultura


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