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Los campeones sin nombre ni gloria

PACO ALONSO
@PacoAlonsoM

Los éxitos nacionales que cosechan los deportistas o equipos de una ingente cantidad de modalidades, tanto en el ámbito de clubes como en el de selecciones autonómicas, e incluso los logros internaciones que obtienen, tanto en individual como representando a España, merecen que la provincia de un paso al frente y les preste tanto el apoyo como las infraestructuras que les dejen seguir creciendo.

No hay mejor cuestión que engrose un anuario que pretende ser crítico que la que me han propuesto desde el equipo editor de la publicación. Me refiero dentro del mundo del deporte, aunque en una historia de buenos y de malos como la que voy a contar sí que los políticos, esos que no salen del ojo del huracán, tendrán que aguantar su vela cual palo, como asevera el refranero popular. Y es que haciendo un repaso a lo que ha sido 2013 en cuanto a los resultados de los deportistas almerienses fuera de las fronteras de la geografía provincial, sobre todo en ámbito nacional más que regional, saltan al razonamiento unas cuantas consideraciones.

La primera y más importante es que, anónimamente y en un número abrumador para cualquier sociedad que se precie de ser desarrollada, hay colosos y colosas que hacen que Almería sea envidiada en sus respectivas especialidades y lo más curioso, que se la llegue a ver como una potencia. La gran mayoría de ellos se mueven en categorías de formación, la socorrida cantera, la que anda enorgulleciendo a todos porque todos consideran que es el camino correcto pero sin que nadie haga nada para que no decaiga. Demuestra que la materia prima la tenemos y también los entrenadores adecuados, léase personas con unos amplios conocimientos que la moldeen.

El problema viene después, cuando ya alcanzan un tope por arriba que esta tierra no puede romper. Casi todos se pierden para la práctica deportiva de alto nivel porque tienen que salir de Almería si quieren cumplir lo que ya se ha convertido en un sueño. Sin las instalaciones adecuadas, sin apoyos económicos, sin repercusión ninguna, el propio anonimato al que se han visto sumidos porque su deporte, ese en el que realmente son unos cracks, no es el fútbol, se los traga. Dejan tras de si una estela brillante, pero por delante espera la nada, porque administraciones y ciertos clubes montan solo “guarderías deportivas”.

La actividad física como parte de la formación integral del individuo es innegociable, el acceso de todos los niños y niñas a su práctica es obligado, pero debe ir más allá de un aparcamiento de menores y una foto de familia con cuantos más pequeños y pequeñas mejor. Eso solo se puede llamar convivencia con el deporte como excusa y después viene el derecho a triunfar o a fracasar, a competir, al que se llega si se llega a base de coraje y talento y no de apoyo. Los políticos deciden qué es lo importante y de donde se recorta porque la crisis aprieta y las empresas quieren sobrevivir un día más pero no poner bases sólidas de futuro, seguro que porque no pueden.

En ese panorama siempre sobra un periodista, o cien y un deportista, o mil, supongo que porque se considera por parte de quien decide que ni unos ni otros aportan mucho a la referida sociedad. Claro, desde lo que me toca como comunicador y como especialista en deportes, me tengo que posicionar totalmente en frente. Se quiere buen periodismo, pero gratis y muchas medallas, pero sin coste y eso no se sostiene de ninguna de las maneras. El primer nombre propio que pongo es ejemplarizante, el de Manuel Rodríguez, sénior, atletismo, no es campeón de España, sí de Andalucía, pero solo ir es un triunfo de complicada consecución.

Íntimo de Kevin López, una estrella, corre el 800 metros y entrena y viaja pagándose todo de su propio bolsillo. Su preparación, sin entrenador, la realiza cuando termina de trabajar, porque primero es comer y se resiste a dejarlo porque es y ha sido su vida. Hace la marca mínima, se reta a sí mismo y se codea con los mejores del país, pero cada temporada es más difícil. No tiene la gloria de cruzar primero la meta y sí la de portar una enseñanza para mejorar el futuro que posiblemente y de manera lamentable caerá en saco roto. Sin vencer se puede ser un ejemplo de superación, tesón, constancia, esfuerzo y todos los valores que hacen grande al deporte.

Esos vocablos que son sustantivos se tornan vestidos de adjetivos cuando se define a una persona y todos los reúne el mejor deportista almeriense de la actualidad, el nadador paralímpico Carlos Tejada, sénior, natación, que encima suma el ser y hacer feliz. Es el rey de la piscina en España, incontable cantidad de medallas así lo dicen y alimenta su sueño de ser olímpico en Brasil, algo que merece a ojos vista. Ha sido reconocido con las más altas distinciones del deporte y su surco en el agua lo sigue Manu Martos, alevín, natación, el mejor, campeón y récord de España en su categoría nadando 200 metros espalda.

Con la extensión de la que consta este artículo seguramente faltaría espacio para relatar los éxitos de deportistas que, como ellos, han sorprendido en el ámbito nacional. De hecho, la sola enumeración ya es larga y siempre corre el riesgo de dejarse a más de uno fuera. Sobre todos he escrito durante más de dos años y siempre llegan nuevos a mis páginas digitales. Por modalidades, todas las que se quieran, por categorías, lo mismo, lo que apuntala los argumentos ofrecidos al principio. Así, en artes marciales, Pili León, cadete, Candela Fernández, junior, Natalia Fisher, infantil, Javier Martín, junior, Jonatan Martín, junior, José Manuel Morales, junior, judo, y Havana Thompson, junior, Bogdan Ioan, junior, y Jodie Scott Dewrée, senior, taekwondo, han destacado enormemente.

Si seguimos en el atletismo, y casi todo bajo las siglas de la Escuela Atletas de Almería de Toni Zarauz, la lista es muy larga con José Francisco Montoya, juvenil, Elvira Castillo, juvenil, Cris Trejo, cadete, Pilar Carrique, cadete, Alejandro Matantu, juvenil, María Castillo, infantil, Raquel Moreno, cadete, Alba Moreno, alevín y Teresa Mangué, cadete, esta no de Atletas. Por equipos, tremendo el grupo, pero antes de irse a los equipos cabe poner muy arriba, como estrella que es, a Joaquín Reina, cadete, bádminton. Continuando por el voley playa, un deporte de mucho abolengo en Almería, cabe citar los nombres propios de Javier Alemán y Antonio Casimiro, juveniles y pareja en el nacional de su categoría, como dupla triunfadora, como el trío que en tenis forman Ana Marhuenda, Paola Expósito y Lucía Hita, infantiles.

Toca el turno del remo, en el que desde El Ejido, como el tenis, han llegado medallas para la provincia en las actuaciones en Banyoles de Raquel Alcalde, Lea Strossner y Lorena Ramos, alevines, y de Pedro Cara y Pablo Lirola, infantiles. Los logros llegan en sus propios clubes o representando a Andalucía, como es el caso de Álvaro Manzano, Juan Emilio Gil y Pablo Berenguel, cadetes, fútbol sala, Viana Mendy y David Hernández, infantiles, baloncesto, o Sara Mollinedo, Laura Fernández y Mari Carmen Teruel, alevines, fútbol femenino. Algunos consiguen podios internacionales o incluso representar a España, como el caso de la portera de balonmano Marta Álamo, juvenil.

Los que disponen de referentes por arriba tienen algo de camino marcado, como los atletas con Emilia Paunica, como la misma Marta a través de Carmen Martín, guerrera olímpica y mundial sobre la que se cebó la mala suerte en el curso 2013, o como las futbolistas con Ana Rodríguez Troyano, que pasa del Atlético de Madrid al Espanyol de Barcelona. Es también lo que pasa con María Cunella en vela y las hermanas Hernández, Marta y Ángela, que fueron campeonas del mundo en 2012. En esa cúspide del planeta están Víctor Fernández en windsurf, Jairo Ruiz en paratriatlón, o Francisco Jesús Donaire Dona en fútbol playa, en su caso con otros compañeros de Almería que le acompañaron cuando fue nombrado mejor portero del mundo.

Continuando por esa línea, mención aparte merece el voleibol, que siempre ha dado enormes figuras y que 2013 supuso un golpe en la mesa porque fue el año de la triple corona para el Unicaja, que logró su novena Superliga senior y que se aupó a lo más alto tanto en cadetes como en juveniles, imponiendo con mano de hierro la ley de la cantera más potente del país. En femenino, una chica que encarga en espíritu de este escrito es Amelia Portero, en la concentración permanente de la Española de voley y ya en Superliga que ha crecido definitivamente fuera de Almería. Es tradición ya, pero hay clubes que van abriendo camino como lo hizo en su momento CV Almería, tal y como es el caso del Gimnasia Rítmica El Ejido, asiduo del Campeonato de España habiendo partido desde cero. Otros equipos igualmente han emprendido muy buena secuencia de éxitos, como en BTT el Bicilocura de Pulpí, defendiendo y consolidando lideratos en el Open nacional y siendo la mejor escuadra del país. Emergentes son el Voley Playa Almería y el Urci, encargados de desarrollar las Escuelas Deportivas de voley y balonmano.

Los Carriles y San Marcos son entidades que hacen brillar a Almería en el deporte adaptado, como a título individual lo hacen los citados Tejada y Ruiz, junto con David García del Valle, judo, Pablo Jaramillo, ciclismo, Miguel Ángel Úbeda Mau, acuatlón, y José Manuel Marín, tiro con arco. Pueden superar los límites de su discapacidad y competir en absoluto, porque simplemente son grandes. Parecen no acabar los ejemplos, ni ganas hay de que así sea, sumando más y más figuras individuales o equipos de leyenda. En ajedrez, por ejemplo, el testigo va pasando de unos a otros protagonistas dando la sensación de una inagotable fuente de genios del tablero, en motor dominamos los rallyes del país y crece a pasos agigantados el deporte universitario.
Es el cierre, la mención a la Universidad de Almería, con deportes colectivos tales como el fútbol, el voleibol, el voley playa, el baloncesto, el balonmano o el más desconocido tamburello, y en individuales como Manuel Maldonado, golf, como máximo exponente. Se ha sido sede de un Campeonato de Europa de fútbol, en el que se jugó la final. Fue un hito en muchos sentidos, lo más importante desde la celebración de los Juegos Mediterráneos en 2005 y lo cierto es que tenemos una Almería cada vez más deportiva, con una sociedad que quiere vivir el deporte en primera persona, con cientos o millares de personas corriendo casi a diario y disfrutando las pruebas populares que proliferan por todos sitios y por todas las causas, hasta organizadas esas gentes activas en un mismo equipo para entrenar y competir. Solo reclamo, siendo crítico, que esa sociedad avance un paso o dos más al frente.

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Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario Crítico de Almería 2014, en la sección Deportes


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