El ‘milagro ejidense’ experimentado en el mundo de la agricultura décadas atrás, consiguiendo aprovechar al máximo cualquier mínima gota de agua para hacer de esta tierra la huerta de Europa, ha tenido su continuidad en estos últimos años en el mundo del deporte de la mano del Club de Remo y Piragüismo Tiempo Libre.
Y es que, al igual que ocurrió con sus predecesores en el terreno alimentario, los deportistas de este club han conseguido que el mundo del remo sea capaz de situar a Almería en el mapa por algo más que sus plásticos y su clima desértico.
Tanto es así, que en los últimos dos años han sido varios los remeros forjados en este club que han conseguido proclamarse Campeones de España de su categoría e incluso representar con éxito a nuestro país a nivel europeo y mundial.
No obstante, la cosa no ha sido flor de un día sino que tiene su germen en el 2002 con la llegada de un argentino de Mendoza, Sergio Montero. Mientras estaba en su país natal, se dedicaba con ahínco a este tipo de deportes a nivel profesional. Y al llegar aquí y toparse con la lámina de agua del Lago Victoria en Almerimar lo tuvo claro: “este era el oasis en el desierto que andaba buscando”.
Así que una vez encontrado el lugar, solamente faltaba montar la estructura necesaria y conseguir animar a los chicos y chicas de la zona para empezar a hacer de El Ejido un lugar conocido a nivel andaluz y nacional en el entorno del remo y del piragüismo.
Sin embargo, los comienzos no fueron nada fáciles al tratarse de una disciplina sin tradición en la provincia y bastante desconocida a nivel nacional salvo en lugares muy específicos ligados a este tipo de deportes de agua como Banyoles en Girona, Sevilla con su Guadalquivir o Castrelo Do Miño en Galicía.
Y la cosa no acaba ahí, pues otra de las grandes complicaciones de iniciar esta empresa tiene que ver con la inversión que hay que realizar para poder contar con las embarcaciones adecuadas para poder competir.
Por este motivo, los comienzos del Club Tiempo Libre de El Ejido en el mundo del remo tienen que ver con los de esos chicos  y chicas llegados desde el ‘desierto almeriense’ que competían en canoas alquiladas únicamente para el día de competición.
Pero poco tardaron en hacer que cambiara ese tipo de percepción a medida que empezaron a llegar sus primeros éxitos a nivel andaluz en categorías inferiores merced a un concienzudo trabajo de cantera que dio rápidamente sus frutos.
De este modo, empezaron a irrumpir nombres como los de Luis López Acién, los hermanos Rovira Quiles, Begoña Añez, Alicia Martínez Pais, Marcelo García, Francisco López, Lea Strossner, Raquel Alcalde y un largo etcétera que han ido sumando éxito tras éxito a nivel andaluz, nacional e internacional. Éxitos que les han llevado a conseguir varias veces en los últimos años el galardón de ‘Mejores Deportistas Ejidenses del año’.
Y mención especial merece el singular caso de Antonio Gómez Escudero, ya que es el que mejor refleja que el afán de superación está por encima de cualquier obstáculo. Y es que este ejidense, funcionario de la Diputación Provincial de Almería, se tropezó por casualidad con la posibilidad de empezar a practicar remo en Almerimar cuando tenía ya 41 años. Y sin pensárselo dos veces, comenzó a entrenar y a progresar hasta tal punto que tardó poco en alzarse con sus primeros pódiums en categoría master en el Campeonato de Andalucía.
Pero su tesón y su constancia todavía daban para mucho más. Y, por este motivo, acabó alcanzando tres logros deportivos espectaculares como fueron el subcampeonato de Europa en 2010 en una embarcación de cuatro deportistas, el subcampeonato mundial en 2011 en esa misma embarcación de cuatro tripulantes y, por último, el subcampeonato mundial en competición individual en el verano de 2012.
En cualquier caso, todos estos éxitos del Club Tiempo Libre no han impedido que la crisis haya pasado como un ciclón sobre estas disciplinas que, al ser menos conocidas, tienen mucho más difícil la posibilidad de poder encontrar los apoyos institucionales y publicitarios necesarios como para poder afrontar con normalidad los costes generados por el desarrollo de la actividad y las competiciones. Tanto es así, que el dúo formado por Marcelo García y Francisco Gómez, tras haber ganado todas las competiciones de su categoría en las que habían tomado parte en el año 2011, no pudieron participar en la prueba que les habría dado acceso a la selección española y, por tanto, a las competiciones internacionales al carecer de los recursos necesarios para acudir a competir
Y es que esta es la triste de cara de unos deportistas que entrenan un sinfín de horas a la semana, que tienen nivel como para representar a España en las competiciones internacionales pero que se enfrentan a diario ante la dura realidad de no saber si tanto esfuerzo realizado les servirá, al menos, para ir a las competiciones y demostrar así que con esfuerzo es posible ser un gran remero o piragüista también en eldesierto almeriense’.