La portada es una reproducción de la imagen plasmada en una chapa que editó la Asociación de Periodistas de Almería y en la que se podían leer los hastags utilizados a través de Twitter por los periodistas para reivindicar la profesión y denunciar algunas de las situaciones que se estaban produciendo durante el año. Dicha chapa la vestimos muchos periodistas en todas las manifestaciones, que fueron muchas, y que tuvieron lugar durante los dos años de los que trata el Anuario de 2013.



Índice de esta sección

Una Clásica entre las clásicas


  

Juanjo Aguilera


Una alternativa para sumar: la Extreme Sailing Series


  

José Luis Paredes


Legajos de la herencia


  

Pablo Laynez


El éxito deportivo del trabajo sordo


  

Víctor J. Hernández Bru


Un oasis de campeones en el desierto


  

Fran García


Generaciones de oro


  

Tito Sánchez Núñez




Artículos de este autor

Legajos de la herencia


2013 | Deportes



Legajos de la herencia

Pablo Laynez
Periodista

Ya se cumplen ocho largos años desde aquel maravilloso día de San Juan de 2005 cuando Almería se sumergió de lleno en el espectáculo deportivo y social más importante de su legendaria historia. No es que el resto de ceremonias que ha acogido sean menos trascendentes, pero como le pasó a Barcelona en el 92, nuestra ciudad dio un salto de calidad gracias a aquellos Juegos Mediterráneos. Poco a poco, el tiempo hace el olvido y sólo los que pudimos disfrutar de la inauguración, la clausura o alguna de las eliminatorias de las diferentes pruebas tenemos guardadas en nuestra mente estampas imborrables, que algo grisáceas sí que se ven porque el día a día es frenético y apenas si hay tiempo para la nostalgia.Sin embargo, ahí están las infraestructuras, esas colosales instalaciones que sacaron a Almería de los residuos deportivos y durante los primeros años del nuevo milenio la han situado en el vagón de cabeza de las construcciones dedicadas al balón, a la raqueta, a la vela... Un estadio envidia de cuantos lo visitan, un Palacio capaz de albergar diferentes modalidades deportivas a la vez, una mejora general de los campos de fútbol o pabellones en distintos municipios o, entre otras tantas cosas, una Villa Mediterránea inmejorable para el turista que quiere disfrutar de tranquilidad, playa y sol.

Ascensos, Campeonatos de Andalucía, de España, clinic, concentraciones, torneos privados de grandes empresas... 2005, 2006 y 2007 fueron años de un espectacular crecimiento de la Almería deportiva, la herencia de los Juegos era la mejor base para que el resto de España tomara en serio a esa pequeña y olvidada provincia a la que todo el mundo asociaba primero con el spaghetti western y más recientemente con el mar de plástico. Pero cuando se hablaba de deporte, más de uno tenía que poner el GPS para saber llegar a la frontera almeriense. El trampolín del 2005 debía ser alargado, muy alargado,  pero el serrucho de la crisis lo cortó.

En la época de máximo esplendor futbolístico, la Unión Deportiva Almería estaba en Primera, el Poli Ejido en Segunda, el Roquetas en Tercera y multitud de clubes almerienses abarrotaban la Tercera: Comarca de Níjar, Adra, Vícar, filiales… Lo mismo ocurría en otros deportes como el balonmano, con el Vícar y el Roquetas femenino en la máxima categoría, la misma que ocupaba el Keymare en el apartado masculino. En baloncesto los históricos de Almería pugnaban por sacar estrellas de su cantera, con el CB Almería a un paso de conseguir el ascenso a plata. Igualmente, en el voleibol Unicaja estaba en la cumbre nacional e internacional, mientras que su filial estaba en Superliga 2 con Salesianos. Una generación de éxitos difícilmente imaginable diez años atrás cuando apenas se podía jugar al fútbol en el Campo Municipal y el tradicional pabellón del Pryca albergaba todo el polideportivo.

A partir de 2008, cuando todavía resonaba en los oídos de todos aquel desgarrador ‘Suspiros de España’ que entonó Tomatito en la inauguración de los Juegos, las grandes empresas comenzaron a verse en un aprieto porque a duras penas tenían dinero para pagar sus nóminas ¿Cómo patrocinar entonces el deporte? Resultado, la supervivencia de la especie y que se adapte al nuevo estado de crisis aquel club que pueda autogestionarse. Y de tener la élite plagada de equipos almerienses hace un lustro hemos pasado a sólo ver el nombre de Almería en los periódicos nacionales deportivos con la UD en fútbol y Unicaja en voleibol. El resto de equipos, bien con desapariciones bien con venta de su plaza, han pasado a competir en aficionados, con lo que esto ha implicado para las correspondientes instalaciones.

Podríamos decir, a nivel de deporte profesional, que las únicas construcciones mediterráneas que siguen con uso son el Estadio de los Juegos Mediterráneos y el Pabellón Moisés Ruiz. El resto, gracias a la labor muchas veces comercial y necesaria del Patronato Municipal de Deportes o la Diputación, han quedado para la organización de campeonatos nacionales o autonómicos de categorías de base. Es un nuevo ciclo con el que se persigue convertir a la provincia en una referencia en la organización de eventos de deportes de cantera, ayudar al sector hostelero que tanto creció en 2005 y, de paso, que los jóvenes de Almería sientan el calor de su ciudad cuando están en etapas de formación.

El Toyo, el epicentro de la Villa Mediterránea, es el lugar preferido por los organizadores de los campeonatos. Allí, con su magnífico pabellón y la tranquilidad de un barrio junto a la playa y con todos los servicios necesarios, los jóvenes llegados de toda España compiten acompañados por sus familias. Pero no es el único sitio, el Palacio de los Juegos o el pabellón Infanta Cristina de Roquetas también acogen campeonatos provinciales, fin muy lejano al que tenía cuando se colocó su primera piedra. La Clásica de Almería de ciclismo o las pretemporadas que el pelotón realiza por el levante almeriense, concentraciones de vela o remo, Escuelas Deportivas… la provincia sigue manteniendo su esencia y ha tratado de adecuar su herencia de infraestructuras a los nuevos tiempos, para que las edificaciones de los Juegos Mediterráneos no sean simples legajos.

Quizás vuelva a necesitar un golpe sonado, como pudo ser la organización de la eliminatoria por la permanencia de la Copa Davis, para darnos cuenta de que tenemos un potencial humano y material enorme. Ya la Selección Española de Baloncesto que estuvo en los Juegos Olímpicos de Londres se dio un garbeo por Almería en su ronda preparatoria y todo estuvo a la altura de los Gasol y compañía. ¿Para cuándo más eventos de este calado? La cosa comenzará a cambiar antes o después, esperemos y deseamos que pronto. Entonces no sólo Almería, sino que todos los pueblos que fueron sede de los Juegos y que tradicionalmente apuesta por el deporte como El Ejido, Roquetas, Vícar o Cuevas del Almanzora, volverán a competir por traer eventos deportivos de primer nivel porque tienen instalaciones que son la envidia de muchas ciudades de España.

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Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario Crítico de Almería 2013, en la sección Deportes


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