La portada es una reproducción de la imagen plasmada en una chapa que editó la Asociación de Periodistas de Almería y en la que se podían leer los hastags utilizados a través de Twitter por los periodistas para reivindicar la profesión y denunciar algunas de las situaciones que se estaban produciendo durante el año. Dicha chapa la vestimos muchos periodistas en todas las manifestaciones, que fueron muchas, y que tuvieron lugar durante los dos años de los que trata el Anuario de 2013.

Los nuevos alcaldes que ocuparon la presidencia de los ayuntamientos salidos de las urnas en mayo de 2011 se encontraron con unas arcas municipales en estado catatónico. Falta de liquidez y deudas elevadas con proveedores y entidades financieras eran protagonistas de la situación económica en la que se encontraban la inmensa mayoría de consistorios almerienses. Así que la principal tarea que ocupó a los nuevos equipos de Gobierno locales fue la de buscar hasta debajo de las piedras el dinero necesario para seguir pagando las nóminas de los trabajadores municipales, las facturas de los proveedores y las deudas con las entidades de crédito.

A esta tarea de limpieza económica y financiera ayudó que desde la Unión Europea, el Gobierno Central y la Junta de Andalucía se mandó una advertencia muy clara dirigida a las administraciones locales: los números rojos no son admisibles. También es cierto que tanto el ejecutivo estatal como el gobierno regional plantearon una serie de medidas para ayudar a los ayuntamientos en su lucha por sanear las cuentas públicas. Así es como aparecieron los fondos extraordinarios para liquidar las deudas de los ayuntamientos con los proveedores, con el objetivo complementario y no menos importante de que estas empresas no tuvieran la excusa del impago público para llevar a cabo despidos masivos de sus trabajadores.

También se crearon planes para que los ayuntamientos pudieran recibir fondos con los que adjudicar diferentes servicios públicos y proyectos de construcción de diverso tipo con los que, además, se intentaba rescatar del desempleo a los vecinos del municipio que más tiempo llevan sin poder llevar un sueldo a casa cada mes.

Así que, una vez más, papá Estado y mamá Junta de Andalucía; han ejercido de salvadores de la situación económica de los ayuntamientos, insuflando millones de euros. Sin embargo, el panorama en el ámbito local no está mejor que hace dos años.

Trasvase de deuda

A finales de 2011 los ayuntamientos de la provincia de Almería mantenían una deuda con las entidades financieras (cajas de ahorro, bancos y entidades de crédito) que ascendía a casi 344 millones de euros, sumando las deudas de los 102 municipios almerienses. Una cifra que significaba una reducción de un cinco por ciento respecto a la deuda viva de las entidades locales de la provincia a finales de 2010. De hecho, 67 ayuntamientos habían reducido su deuda respecto al año anterior, por 17 consistorios, que la habían aumentado. Y es que los equipos de gobierno locales, tanto los nuevos como los que habían sido responsables de las cuentas públicas los cuatro años anteriores; se pusieron <