La portada es una reproducción de la imagen plasmada en una chapa que editó la Asociación de Periodistas de Almería y en la que se podían leer los hastags utilizados a través de Twitter por los periodistas para reivindicar la profesión y denunciar algunas de las situaciones que se estaban produciendo durante el año. Dicha chapa la vestimos muchos periodistas en todas las manifestaciones, que fueron muchas, y que tuvieron lugar durante los dos años de los que trata el Anuario de 2013.



Índice de esta sección

La reforma de los cinco o seis millones


  

Ana Galera


Y dios creó el Silestone...


  

Armando García


Renovables: a tomar viento


  

José Antonio Fuertes


Sangría familiar


  

Natalia Ronco


Plataforma Solar, 25 años entre el amanecer y el ocaso de la energía limpia


  

Francisco Molina




Artículos de este autor

El campo se concentra


2009 | Economía



Residuos en pimiento. De crisis a oportunidad


2008 | Análisis y Reflexión



La hipótesis de la no casualidad


2007 | Economía



Y dios creó el Silestone...


2013 | Economía



Y dios creó el Silestone...

Armando García
Periodista

Pocos empresarios de esta tierra han llegado a la categoría de divinidad como el creador de las que supuestamente son las mejores encimeras de cocina del mundo. Hablar de él es confundir su apellido con su propia marca, mundialmente conocida. Hablar de él es nombrar al máximo exponente de empresario hecho a sí mismo en este rincón del sureste español y que puede presumir con orgullo de que el apellido familiar se pronuncie en los cinco continentes gracias a haber encontrado la piedra filosofal por avatares de intuición, creatividad y algo de suerte.

 

Aunque en la biografía oficial de Francisco Martínez Cosentino no hay referencias a sus penurias económicas pasadas, él mismo ha reconocido públicamente que en su trayectoria profesional se ha arruinado en varias ocasiones. Lejos de convertirlo en un lastre para su imagen pública, Cosentino ha sabido rodearse de ese halo que baña la copa de los buenos vinos reposados y ha hecho entender que los fracasos son la mejor escuela de emprendimiento y sabiduría. El resultado de sus caídas  no ha sido otro que un exitoso despertar que arrancó en 1990 con la creación del silestone y que ha vuelto a marcar en 2013 un nuevo hito con la creación de otro producto innovador. Quién le iba a decir que la idea de mezclar cuarzo con aglutinantes le traería tantos éxitos. En esos veinte años de recorrido, este maestro de Educación General Básica que un buen día se incorporó a la empresa familiar no ha dejado de crecer y de proyectar su alargada sombra en una vigilia de febril actividad de la que aún no conocemos su punto final.

 

Con más de 2.300 empleados de cuarenta nacionalidades a su cargo, Cosentino pregona una visión empresarial caracterizada por el emprendimiento responsable y el ejercicio de un liderazgo necesario. En su última memoria de responsabilidad social corporativa, recuerda que su actividad empresarial está guiada por la integridad y la honestidad: “nos mantenemos dentro de las normas éticas y morales socialmente aceptadas...Nuestras acciones se fundamentan en principios de justicia, respeto, responsabilidad, honradez y transparencia. Comunicamos nuestras intenciones, ideas y sentimientos abierta y directamente, estando dispuestos a actuar honestamente incluso en situaciones de riesgo y difíciles ”, dice textualmente.

 

Pero no todos piensan lo mismo. Son muchos los que señalan a Grupo Cosentino como una de las empresas que más fondos públicos ha recibido en la provincia durante años, con cifras que quitan el hipo. Corren ríos de tinta, tanto en papel como en las redes, sobre todo tipo de sospechosas relaciones de poder que justifican el éxito comercial de Cosentino por la dispensación de subvenciones perfectamente imbricadas para hacer realidad su objetivo de negocio y materializar sus planes de expansión. Los rumores se elevaron a categoría de investigación oficial cuando en 2008 la sede de Grupo Cosentino recibió la visita de los investigadores de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) para tratar de esclarecer el verdadero destino de unos veinte millones de euros de fondos FEDER que habría recibido la empresa a través de varias subvenciones gestionadas por la Junta de Andalucía y el Gobierno central. Superados los escollos de los controles comunitarios, en febrero de 2012 la Junta de Andalucía concede a Grupo Cosentino una ayuda de cinco millones de euros (el 70% financiado con cargo a fondos FEDER) para la construcción de una nueva fábrica.

 

En lo que puede ser un intento de matar a pellizcos al empresario de pro, también son muchos los que se ceban en todo tipo de comentarios sobre supuestos tratos de favor a Cosentino durante la época en que el almeriense Martín Soler fue consejero de Innovación de la Junta de Andalucía. Sin embargo, los que conocen bien a Cosentino retroceden bastantes años más para explicar su relación, y la de la comarca del mármol, con la Junta. Cuando en 1979 los hermanos Martínez-Cosentino Justo fundan Mármoles Cosentino S.A. este país se encontraba en plena efervescencia autonómica. Poco después, con la puesta en marcha del gobierno andaluz, comienza también a andar sus primeros pasos una fructífera relación entre los dirigentes de la recién creada autonomía con esta lejana comarca almeriense a más de 8 horas de coche de Sevilla. El sector de la piedra natural se convertiría en objetivo estratégico del entonces Instituto de Promoción Industrial de Andalucía (IPIA), dirigido por Ricardo Sánchez de la Morena, cuyo éxito en la gestión de ese organismo se ha convertido en caso de estudio para los alumnos de gestión pública de las administraciones.

 

Cuando el IPIA se fija en el mármol almeriense lo hace por dos motivos. En primer lugar, lo identifica como un sector vetusto y poco adaptado a las necesidades del mercado, pero con gran potencial. En segundo lugar, se proyecta sobre el Alto Almanzora el interés de materializar el máximo apoyo público en una estrategia de clara rentabilidad política para demostrar la sensibilidad de la Junta de Andalucía con la provincia más lejana al centro del poder y que menos entusiasmo demostró en el referéndum sobre la autonomía andaluza (véase ‘El caso IPIA’, Barzclay y O´Kean, 1989. Harvard University).

 

Al margen de las ayudas y de las relaciones con el poder, la realidad es que en estos momentos de grave recesión económica la industria del mármol se mueve a dos velocidades, la de Cosentino y la del resto. Con el grueso de su negocio hábilmente puesto en la transformación, el creador del silestone sobrevuela al resto de sus paisanos. Mientras que él acaba de lanzar una nueva exclusiva mundial, el resto de los empresarios de la zona reclaman un sello de calidad geográfica para el mármol. Mientras que él firma con Endesa la conexión con el gasoducto e invierte más de 120 millones de euros en ampliar su parque empresarial, los demás intentan dar valor añadido al know how heredado de generaciones, toda vez que la importación del mineral ya es más interesante que la explotación de las canteras locales.

 

Más allá de lo que pudiera encontrarse en la trastienda, más allá de las subvenciones que ha recibido, Grupo Cosentino ha sabido y sabe utilizar con maestría el marketing, la publicidad, las relaciones públicas y la comunicación. Posiblemente, porque ha profesionalizado al máximo cada uno de los departamentos de la empresa en un entorno de alta exigencia y cualificación, algunos le conceden rango divino en una tierra en la que las mayores glorias industriales siempre vinieron de fuera para marcharse cuando el recurso natural estaba agotado.

 

Compartir

Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario Crítico de Almería 2013, en la sección Economía


Si desea realizar un comentario sobre este artículo, recuerde hacerlo siendo respetuoso. Su comentario será validado por el administrador del sitio y publicado siempre que no sea ofensivo para el autor o lector de este artículo.


Autor

Web

Correo

Texto


Los textos recogidos en esta edición digital pertenecen a las ediciones publicadas, en sus respectivos años, del Anuario Crítico de la Asociación de Periodistas y Asociación de la Prensa de Almería | Para ponerse en contacto con nosotros o notificar algún tipo de abuso realizado en los comentarios de los textos publicados, puede escribir a nuestro email info@anuariocritico.es | También puede visitar nuestra web
Página subvencionada por la Diputación Provincial de Almería
Asociación de Periodistas | Asociación de la Prensa de Almería | Pz. San Sebastián, 5, G. Comercial Edf. Concordia, 1,1. 04003 Almería. | © Copyright 2009