La Portada está fundamentada en dos elementos principales. Por un lado, un fondo de color negro reforzando la idea de ´Año Negro de la Prensa de Almería´, en cuyo conjunto se pueden leer algunas de las muchas circunstancias que ha tenido que sufrir el colectivo en el 2008. Por otro lado, la imagen procura representar la presión que sufren los informadores por parte de diversos sectores, y la precariedad laboral de muchos de los periodistas.
En la fotografía, se representa a un profesional almeriense intentando realizar su trabajo, con los bolsillos sacados simbolizando ruina y las carencias que sufre en su puesto de trabajo. También hay dos hombres de corbata que simbolizan los grupos de presión. Éstos tienen los bolsillos llenos de dinero y, por ello, tiran de los brazos del periodista para manipular a su antojo la información que ha de salir publicada en el medio que ampara al periodista.
* Joaquín Navarro, autor de la portada del `Anuario Crítico de Almería 2009´, trabajó como diseñador y maquetador en el desaparecido `Diario de Almería´, uno de los medios almerienses (junto con `El Director Económico´y `El Mundo Almería´) que cerró durante 2008. Situación que queda reflejada en la página principal de esta publicación.
Los 20 años de Canal Sur
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Luchar contra la precariedad y nuestro pesimismo
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Mujeres en la línea de fuego
Manuel Carretero
Estrategia comercial frente a criterio periodístico
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Apuesta por la comunciación
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El gran teórico de la comunicación: Ricardo Pérez-Amat
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Vetos, llamadas, denuncias y agua de borrajas
Covadonga Porrúa Rosa
¡Mi madre! la conciliación
Yolanda Torrente
El gran teórico de la comunicación: Ricardo Pérez-Amat
2009 | Comunicación
A dos años de la TDT
2008 | Comunicación
La Chanca rompe la frontera
2007 | Almería y provincia
El gran teórico de la comunicación: Ricardo Pérez-Amat
Almería y muchos periodistas hemos gozado de la amistad de uno de nuestros paisanos más ilustres. El intelectual, Ricardo Pérez-Amat García (Almería, 1952-Alcorcón, Madrid, 2008), académico, fue una de las grandes autoridades en el apasionante mundo de la Comunicación en España. Su valía profesional le llevó a ser uno de los padres de la facultad de Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos. Hasta el año 2003, estuvo al frente de la Facultad y del Departamento de Comunicación y Convergencia Europea. Hasta su fallecimiento fue vicerrector de Armonización y catedrático de Periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos I (URJC), y director académico del Máster en Periodismo de Agencia de EFE.
Ricaro Pérez-Amat fue objeto de un homenaje póstumo.La actual directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, glosó la figura de Pérez-Amat, a quien le acompañó en todos los proyectos universitarios. Hombre de profundas convicciones democráticas, quería renovar la Universidad. “Recuerdo esas interminables asambleas donde discutíamos todo”, afirmó su amiga, “nos cuestionábamos el modelo, buscábamos respuestas a miles de preguntas sobre cuál era nuestro papel y al final, agotados, nos relajábamos en los bares de la calle de la Princesa, con unas cañas y unos calamares a la romana, su plato favorito”. Fue uno de los impulsores de los cursos de Verano de la Universidad Rey Juan Carlos en Almería, junto al catedrático Jesús Bustos. Fue el artífice del convenio firmado (1999) por la Universidad Complutense, la Universidad de Almería y la Asociación de la Prensa de Almería, que entonces presidía José María Granados, para que un grupo de periodistas de la provincia de Almería pudieran estudiar los cursos de doctorado en la Universidad de Almería, sin que tuvieran estos estudiantes que desplazarse hasta Madrid.
La trayectoria vital y académica de Ricardo estuvo guiada siempre por una referencia ética, de ciudadanía, exigente y crítica con todas las religiones. Todas las veces que la Asociación de la Prensa de Almería requirió sus servicios para cursos, conferencias y estudios, aceptó de buen grado hasta el punto de no cobrar “ni un solo euro”, como diría José Manuel Román, por prestar su conocimiento científico a los periodistas y, en definitiva, a la sociedad de su tierra. Esa profunda postura ética choca con la de los grandes “artistas” y rompe el tópico de que todos “los famosos son iguales”. Para nada, Ricardo se desvivía por todos. Conviene felicitar a la Asociación de Periodista de Almería por solicitar que una calle de Almería lleve su nombre y así formar parte de la memoria colectiva.
Puso todo su empeño para que la URJC fuera la primera universidad de nuestro país donde se impartiera el Periodismo de Investigación como asignatura y se reconociera como género periodístico. Polemista pausado, empedernido fumador, poseía un profundo y fino sentido de humor. Enamorado de la música y ocasional seguidor del Real Madrid. Republicano y militante socialista activo se mostraba respetuoso con todas las creencias aunque solía denunciar que el problema es que “las religiones, por definición, son intolerables”. El obituario publicado en El Mundo por el periodista y profesor, Antonio Rubio, concluía con el siguiente párrafo final: “Ahora, Ricardo se encontrará allá arriba con otro Ricardo, Kapuscinski, que nos dejó en enero de 2007. Seguro que entre el teórico, Ricardo, y el reportero y periodista de investigación, Ryszard, hacen un ensayo sobre la información en el siglo XXI”.
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