La Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería puso en marcha en el curso 2008-2009 un pionero Master en Comunicación Social, considerado como la primera iniciativa de este tipo que se desarrolla en Andalucía.

Esta es la segunda aproximación que, con perspectivas de elevado nivel científico y académico, se realiza en Almería a ese proceloso y cada vez más difuso mundo de las Ciencias de la Información, la Comunicación o las Relaciones Públicas.

La primera tenía lugar a finales del pasado siglo, cuando la colaboración de la UAL con la Universidad Complutense de Madrid propiciaba dos años de intensos cursos de doctorado que permitieron a periodistas de nuestra provincia aprender de algunos de los más cualificados especialitas de la Comunicación de España.

El Master almeriense, capitaneado por Rafael Quirosa, ha puesto a disposición de los almerienses otra importante selección de expertos en la materia, a los que ha sumado la colaboración de algunos profesionales baqueteados por muchos años de trabajo en las complejas trincheras comunicativas y que aportarán a la Ciencia algo de su experiencia. El nuevo curso almeriense no sólo va a mantener el alto nivel alcanzado en aquellos primeros del doctorado sino que, además, nace con vocación de continuidad.

El éxito de la primera convocatoria no ha sido desdeñable. Pese a haber quedado un poco oculto entre la lluvia de master que ha empezado a anegar la enseñanza superior y que quizá los profesionales de la Información almerienses no hayan llegado a conocerlo debidamente, casi una veintena de interesados se han apuntado a la aventura, lo que confirma que existe inquietud por el tema y que la iniciativa ha sido acertada.

En un mundo saturado de información, donde los caminos tradicionales de transmisión de ideas y noticias están cambiando constantemente, la necesidad de mejorar nuestra formación en Comunicación no es en absoluto cosa que sólo competa a los profesionales de ese sector.

Ningún oído un poco experimentado ha podido dejar de apreciar con horror cómo los discursos de personajes políticos y de otros ámbitos nos son servidos cada vez más frecuentemente a través de los medios audiovisuales “enlatados” con interrupciones de aplausos de claque, similares a esas risas estúpidas que acompañan a las series de humor de baja calidad.

Pocas personas atentas pueden dejar de ser sensibles al meteórico crecimiento de la manipulación en las informaciones que llegan a los ciudadanos procedentes de las más diversas fuentes, aunque también han podido observar que nuevos sistemas de reproducción y, sobre todo, los “blog” y las comunicaciones digitales, nos abren un campo en el que todavía es posible organizar la defensa ante la brutal presión de los grandes Medios, que cada vez son más homogéneos y cada vez son más controlados.

Buena prueba de que existe esa alternativa es la proliferación de medios informativos modestos que cuentan con un público interesado. Y el desarrollo de un buen número de pequeñas y eficientes empresas de Comunicación que están empezando a provocar importantes cambios en los esquemas tradicionales del sector.

Cualquier ciudadano que cuente con un nivel de formación superior y pretenda moverse con cierta libertad de criterio dentro del actual laberinto informativo, debe conocer cuales son los mecanismos elementales de funcionamiento del gran aparato mediático que dirige nuestras vidas e igualmente, cualquiera que ocupe un puesto de cierta responsabilidad en una empresa o institución necesita conocer unos esquemas básicos para organizar su comunicación interna o externa, sin que eso suponga en forma alguna que tenga que convertirse en comunicador.

El nuevo Master de la Universidad de Almería ofrece a los profesionales de la Comunicación la posibilidad de mejorar su trabajo y, a los no profesionales, la de contar con una formación complementaria que les va a aportar nuevos criterios para optimizar el funcionamiento de sus empresas y su conocimiento de la Sociedad.